I
SOLO Amor colmará de agua el desierto,
de flor dulcísima el exhausto leño,
de cántico y de fuego el pecho yerto
y de ángeles la soledad y el sueño…
I
De sí mismo el amor nace y parece
a tiempo que la música se advierte
ante la luz, salvada de la muerte
o huída del dolor que se padece.
Esta mi sed de arena que avidece
tu puro manantial, el merecerte
suave existencia en esta flor inerte
que es el olvido en que el amor fallece.
Es en la sangre donde oculto un ramo
de abedules dormidos, antes huerto
del alma y del amor del ser que yo amo…
Abierto está el país de Dios, abierto
al dulce cantigar en que embalsamo
la nívea soledad del cuerpo yerto.