«Es un honor poder leer este poema.
Con su permiso, señor Albornoz.
Espero sea de su agrado».
Así se dirigió la poeta Rosario Feijoó
a Diego Alberto Albornoz Porteros.
Su poema fue muy aplaudido,
tanto por los poetas invitados a la ceremonia,
así como por el masivo público que se dio cita
en la Casa de La Literatura Peruana.
Juzquen ustedes.
SUCEDIÓ
Seudónimo : Betto
Sucedió que caminaba como un hombre,
que levantaba las manos
y era capaz de pedir perdón;
ya no había que mover la cola
ni ladrar a las nubes.
Sucedió que tenía voz como de hombre
y mataba por placer
y era capaz de destruir naciones
con un solo dedo
señalando
el cielo.
Sucedió que no era necesario
esperando que sucediese
mi regreso,
la llegada del fiel amo.
Ahora se arrodilla frente a papeles,
frente al aire,
uno más denso del que existe
ahora tiene que dar gracias
es un hombre
que puede volverse dios.