José Antonio Montes, hombre de la alta sociedad limeña, decide acudir a una casa de citas, ubicada de una zona residencial de Lima, regida por Lulú.
Ahí conoce a Miriam Holzer, una hermosa mujer rubia, quien desde un primer momento despierta en él una loca pasión. Paga por ella y se la lleva a la habitación, pero no logra sus propósitos. La joven entre sollozos lo rechaza, le dice no ser prostituta, que se encuentra por primera vez en esa casa a la cual fue llevada con engaños, ser pobre y tener padres, así como hermanos menores a quienes mantiene. Incluso le comenta ser dependiente en una tienda del jirón de La Unión. Enojado, José Antonio la insulta, agrede verbalmente, le dice palabras humillantes y se va, pero no puede sacársela de la cabeza y comienza buscarla sin éxito…
Lulú, la mami del burdel, va en busca de Miriam para reclamarle su ausencia de la casa de citas y discuten. Ante la negativa de la joven, quien no se amilana ni por las amenazas, Lulú la hiere y Mirian es llevada a un hospital. La noticia sale en los periódicos. José Antonio toma nuevamente contacto con ella. Paga sus gastos en el hospital y cuando la saca, la insulta, piensa mal de ella, se la lleva a la fuerza de viaje a la sierra, a la hacienda de su padre: Don Luis, un ser calculador, explotador, a quien nadie quiere. Pese a no confiar en Miriam, tener un concepto equivocado de ella, José Antonio le propone matrimonio…
El padre se vale de mil argucias para evitarlo, argumenta que la joven es una pobre sin apellido ni fortuna. En esas circunstancias, José Antonio decide marcharse de la hacienda con Miriam. El caballo, en el cual escapan a través de los pastizales, se desbarranca. Cuando despierta se encuentra nuevamente en la hacienda, pero ya no está Miriam a su lado. Su padre, sin que él sospeche nada, secuestró a la joven y la encerró en una casa en Lambraspuquio para aprovecharse de ella. Pone a su cuidado a un curandero quien le da brebajes para apoderarse de su mente y alma.
En tanto José Antonio, instalado en la hacienda paterna, tratando de olvidar a Miriam, por quien tiene sentimientos encontrados, conoce a Paulina, una campesina bonita, quien lo seduce. Enterado el padre del joven, le confiesa que ella también es su hija. Atormentado con la noticia, nuevamente huye y comienza a buscar pistas sobre el paradero de Miriam, pues se entera por un campesino que la tienen escondida en un lugar donde su padre suele llevar a mujeres para someterlas a sus deseos.
José Antonio encuentra a Miriam, trastornada, sin voluntad propia. El curandero le confiesa la verdad. El padre de José Antonio muere arrastrado por un huayco, por lo que José Antonio decide regresar a la hacienda con Miriam. Los trabajadores enterados de la muerte del padre quieren apoderarse de la hacienda, pero al comprobar las intenciones del hijo de apoyarlos, ponerles una posta médica, un colegio, compartir el gobierno de la hacienda con ellos, se unen a él. Miriam va recuperándose poco a poco. José Antonio comprende que la ama y que en verdad es una joven inocente, una luz que ilumina su vida.