Cuando la aurora irrumpe de tus ojos de Esfinge
riela el Ensueño en campos abrumados de nardos.
En mis grutas azules siembra la brisa fuentes de luciérnagas.
Sucede a mi silencio un preludio de alondras…
Cómo es verdad la luz filtrándose de tu alma.
En dónde ¡qué sé yo! refugia mi dolor su fondo de soledad.
Nunca razumo versos sino dentro de ti
como sándalo i mirra, las flores y resinas….
Inmersa está en mi sangre tu ternura de lágrima.
Afluyes en el nácar de la pureza que durmió en los lirios.
Recuerda que he nacido sombra para tu lumbre;
universal dulzura crucificada en mi alma rotativa…
Toda sabor de viñas. Yo sé que un rubio enjambre de luceros
huye de la colmena azúrea para en éxtasis
dejar sobre tus músculos sonrosado panal que gravidece
en el ritual suplicio de mi alma que te bebe toda…
Marina ondulación yo llego hasta tus ínsulas
instalando mi sombra en tus muros de nácar,
absorbiendo tu zumo de racimos de estrellas
locamente a manera de la Muerte a la Vida.
Madrépora dormida sobre mi mar de penas
Ahora ya estás situada para la ¡Eternidad!