II

Señor, que si árbol soy, pues melifica
mis frutos y haz mi sombra protectora:
poda de mí el arpón que damnifica
y haz que susurre, alegre, a toda hora.

Que si agua soy, mis ondas purifica
y me amen el rebaño y la pastora
y copie el cielo azul que glorifica
tu casta omnipresencia creadora.

Si piedra soy, hazme cantera dura
y me convierta en catedral o ermita
la mano alada de la arquitectura.

Si trigo, no hostia sino pan sencillo,
y en fin, alguna cosa pequeñita,
pero que tenga tu celeste brillo…..

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