Yo te soñé desnuda
en una alcoba azul;
allí, el sol se extinguía
en delicado tul,
y su oro refractaba
en tus divinas carnes,
como queriendo todo
fundirse en un abrazo.
Yo te soñé desnuda
en una alcoba azul;
allí, el sol se extinguía
en delicado tul,
y su oro refractaba
en tus divinas carnes,
como queriendo todo
fundirse en un abrazo.