TAMBIEN RECORDAMOS EL NATALICIO DEL DR. SAMANIEGO
La Casa de la Literatura Peruana fue escenario para celebrar el 98 aniversario del natalicio de Antenor Samaniego Samaniego y, también, el talento peruano, plasmado en una poesía que le canta a nuestro Perú. A las seis en punto, se inició la ceremonia protocolar para premiar a los finalistas y ganadores del III Concurso Nacional ASI ES MI TIERRA realizado por ASONANSAS, en el cual participaron más de mil poemas, remitidos de distintos puntos del país.
La ceremonia, presidida por las hijas de Samaniego (Silvia y Doris), así como por los miembros de la asociación que lleva su nombre, contó con la presencia de poetas, periodistas, profesores, familiares, alumnos del Dr. Samaniego y amigos que acudieron a rendirle un homenaje. Igualmente estuvieron presentes el Director del Colegio Concordia Universal, Manuel Caballero, profesores del Santo Domingo Apóstol de San Miguel y de otros centros educativos, tanto de Lima como provincias.
Hay que destacar la presencia del mimo –símbolo de nuestra convocatoria- Marcos Nuñez. También, el entusiasmo de algunos de los participantes al concurso quienes llegaron, algunos en compañía de sus familiares, desde el interior del país. Un agradecimiento especial a la Presidenta de la Cámara Internacional de Escritores y Artistas, Lily Baylón, por el reconocimiento entregado a las hijas de Samaniego en mérito a la trayectoria de su padre como docente, escritor y poeta.
La ceremonia, además de la interpretación de los poemas ganadores por la poeta Rosario Feijoó, también permitió presenciar un video sobre la historia de ASONANSAS, realizado por Europa Latina, una perfomance en torno a la obra de Samaniego preparada por los actor y director de teatro José Roldán, dos danzas: chonguinada y huaylarsh a cargo del elenco de danza de Tusunqu Perú y un final de fiesta, con la Orquesta Típica Selecta Jaujina, dirigida por el violinista de la Orquesta Sinfónica Nacional, Mencio Sovero.
Como ya es costumbre, el brindis se hizo con la tradicional chicha de jora, acompañada de un piqueo al estilo huanca, en un ambiente marcado por el sonido del violín y el arpa, tal como le hubiese gustado al Dr. Samaniego.
