Javier Agustín Leyva Valverde reside en Trujillo.

Estuvo presente en la ceremonia de premiación.

Grande fue nuestra alegría al recibirlo en

La Casa de La Literatura.

Este es su hermoso poema.

EL ÁRBOL TRISTE
Seudónimo El viejo

Veo al triste sauce y sus ramas alicaídas, cual ave herida que se refugia en su nidal.
El sauce derrama lágrimas que le brinda el rocío de la mañana.
Veo los álamos melancólicos despidiendo a los viajeros. El viento mece sus largos brotes y estos dicen adiós.
Veo las palmeras polvorientas en los arenales, en medio de la soledad, aciagos, parecen sollozar en el ocaso.
Veo al viejo jacarandá, compungido, doblar sus ramas hacia el suelo, tal vez para arrastrarse y buscar un mejor lugar para morir.
Veo los manglares retorcerse y doblegarse ante los salinos latigazos de las olas de un indolente mar.
Veo un árbol seco en el jardín vecino, abandonado. Por las noches pareciera extender sus escuálidas ramas, cual cadavéricas manos, para asirse de la luna.
Veo árboles con sus hojas marchitas como anunciando el final. Lánguidos,tétricos y desarrapados. Que mustios son.
Veo a todos los árboles tristes sin poder huir… simplemente se quedan. Veo mi reflejo en el manso arroyo, amigo de los árboles, y me doy cuenta que mis hombros son caídos, que mi cabello está cano… que tristes… son mis ojos, que el triste… soy yo.
Foto: Cortesía Pam Mandujano

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