Primera Promoción de ex alumnos, recordó al Dr. Antenor Samaniego, como profesor y autor de la letra del Himno de ese centro escolar.

Con un minuto de silencio, el Colegio Concordia Universal, recordó el paso del Dr. Antenor Samaniego por ese centro escolar, del cual fue maestro y también creador de la letra de su himno. Fue durante la celebración central de las Bodas de Oro de la Primera Promoción de ex alumnos, egresada en 1962, la cual rindió homenaje a directores y docentes, algunos de ellos ya ausentes.

«Cada vez que escucho el himno, recuerdo mucho a Antenor, su carácter vivaz, siempre escribiendo. Fuimos fundadores del colegio. Cuando los profesores nos juntábamos para almorzar, nos leía lo último que hacía. A mi me gustaba mucho su poema de la Juanacha, le pedía siempre que lo recite. Tenía mucha facilidad para crear. Eso pasó cuando hicimos el himno, lo escribió de un día para otro. Yo me encargué de la música», refirió emocionado el profesor Julio Blakz, luego de dirigir a la banda del colegio, encargada de interpretar el himno.

A una sola voz, en medio del patio principal del plantel, se escucharon las letras del himno cantado por la Primera Promoción del Concordia Universal, después de 50 años, con la misma fuerza, garra, ese corazón que sigue siendo concordiano en sus vidas:

«El símbolo seamos del trabajo
brille en el alma el sol del ideal.
Vayamos siempre arriba, nunca abajo,
muchachos del «Concordia Universal»

Junto a ellos, seguían los acordes autoridades, ex alumnos de otras promociones y estudiantes que cursan primaria y secundaria, así como invitados especiales, entre ellos el creador de la música, Julio Blakz y las hijas del Dr. Antenor Samaniego Samaniego: Silvia y Doris.

«En alto la bandera victoriosa,
valiente y generoso el corazón.
Demos no al aguijón, sino la rosa.
Y arma sublime sea la razón».

Durante el discurso de honor, pronunciado por el representante de la Primera Promoción, Cap. de Navío Juan Carlos Cicala Collazos, se reconoció la entrega del Dr. Samaniego durante sus años de maestro, así como su capacidad para plasmar la esencia de la educación que reciben los estudiantes en un himno que ha sido entonado por cientos de alumnos, desde el año en que fue creado.

«No el egoísmo arrastre nuestro paso,
ni en nuestro pecho anide la ambición,
colmado esté de mieles nuestro vaso,
florezca en nuestros labios el perdón».

Acorde con los principios del colegio, el himno habla de la generosidad, perdón, grandeza, fe, del bien, del amor, de la perfección y la razón, letras que por años han calado hondo en los estudiantes de ese plantel que, desde sus inicios en 1955, se preocupa por la formación científica, humanista y tecnológica de sus alumnos, basada en principios y valores que fomenten el respeto, amor, la búsqueda de la verdad y el compromiso social.

«Busquemos la grandeza, no del oro
sí de la fe, del bien y del amor.
Sea el saber nuestro mejor tesoro,
la perfección, el ideal mayor».

Ana Alfaro, de la tercera promoción de egresados, también se sumó a los reconocimientos:
«Es mucho lo que tenemos que agradecerle al doctor Samaniego, no sólo por nuestro himno, sino porque fue un excelente profesor. Por él sé conjugar los verbos muy bien. Me enseñó de primero a tercero de secundaria. Era muy dedicado y estricto. En esa época no nos gustaba eso, pero luego he sabido valorarlo y agradecerle. Yo era la primera en la lista y siempre salía a la pizarra para responder lo que nos preguntaba, como el pluscuanperfecto de tal o cual verbo. El colegio era mixto, había competencia con los chicos y nos daba vergüenza no contestar. Nos corregía la ortografía y nos hacía leer mucho. Eso me sirvió con mis hijos y ahora con los nietos. Me enriquecí enormemente con sus enseñanzas».

Alberto Valdivia Portugal, ex alumno de la primera promoción, manifestó que hoy es escritor gracias a la influencia de Antenor Samaniego, que le enseñó a amar la Literatura. Tiene un poemario publicado por una universidad peruana y un libro, que sirvió de base para una obra de teatro para niños, el cual ganó un premio internacional en Colombia, se expuso en España, Italia y en el festival mundial de París.

«Me alegra mucho que hayan formado su asociación, eso ayudará a muchos. Yo puedo decir que soy resultado de las enseñanzas del maestro Samaniego y que es muy alentador que rescaten su obra», puntualizó.

A la ceremonia también asistió el profesor Luis Montoro que, al igual que Antenor Samaniego y Julio Blakz, pertenecía a las filas del colegio Militar Leoncio Prado, de donde eran la mayoría de profesores del Concordia Universal. Como un recuerdo de parte de la familia del homenajeado, se entregó al director del colegio, Rafael Osorio Berrospi, un pergamino con la letra del Himno. Asimismo, cada integrante de la Primera Promoción de ex alumnos, recibió un libro con una selección de poemas de Antenor Samaniego, publicados en el 2012 por sus hijas.

(Lima, 05 de noviembre del 2014)

Entradas relacionadas

Deja una respuesta