VII
Juan Ramón, estos versos me perdones,
pues, para el mucho gozo que me diste,
la cifra que te doy en pago es triste
y en vez de cisnes, sálenme gorriones.

De rosas coronarte, no aguijones
quise, señor… que en mi alma sólo existe
el darte, en vez del mármol que te viste,
un tronco de oro de águilas y leones.

A través de la pluma y los papeles,
me diste de escuchar rondeles de oro
y en copas de cristal, divinas mieles…

Juan Ramón… En la tierra y en el cielo,
vibra rotundo tu cantar sonoro
como un terno son de ritornelo…

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