Cjantuta, flor de fábula y de hechizo,
lumbre ritual penada a cautiverio:
tu fuente el sol, tu origen el misterio,
tu huerto -¡paradoja!- el paraíso.
Suave rubor de incásica doncella
tiñó tus pétalos que nieve han sido;
debes la vida al corazón herido
de un colibrí juglar o de una estrella.
La almíbar que en tu cáliz alambicas
-licor de pájaros y miel de dioses-
entre riquezas es de las más ricas…
Bella flor inca, orgánico corpúsculo
de sangre holocaustal para los goces
ígneos y purpurales del crepúsculo.