Las habas, qué montal, qué florescencia,
qué modo de entupir los verticilos
de un florecer de alburas y berilos
y follajes de azul intransparencia.
Sutil aroma exhalan al ambiente,
Oh, flores en dulcísimo ofertorio.
Tordos allí y zorzales un emporio
hallan de una saudade floreciente.
Ancho lugar clorofiláceo, río
de aguamarinas hojas bullidoras
que en flores glorifican el sembrío.
Plural vegetación que se acicala
cuando zagal el viento la enamora
con su arpa matinal de frescas alas.