Un pequeño me pregunta:
-Maestro, ¿qué es la Primavera?
Yo no sé qué contestar.
Tengo confusas ideas.
Miro las cosas en torno:
el cielo, el monte, la tierra…
De pronto, toda armonía,
pasa una joven muy bella.
-¿Ves, niño, aquella muchacha?
Pues, bien… Es la Primavera.
Es la estación cenital,
la edad sólida y perfecta.
En ella todas las flores
se dan lúcidas y frescas.
Sus labios fingen carmines.
Sus ojos fingen estrellas.
En su forma y movimiento,
cantan músicas secretas.
En su sangre generosa,
hay un fuego que despierta …
Todo en ella es señorío:
vigor, lozanía, fuerza…
Es la edad feliz que canta
la felicidad suprema.
Obra hermosa en que Dios mismo
la vida humana renueva.
Es ella la portadora
de la oculta savia eterna.
Como ella, hermosa y alegre,
también es la Primavera.
Es el fluido trascendente
que se incorpora en la tierra.
Es una esencia sublime
que en todas las cosas entra.
Por ella el silencio cruje
y todo el orbe retiembla.
Se encrespa el viento de rayos
y en lluvia el cielo se quiebra.
Es el aliento de Dios
que en todas las cosas entra.
Recorre un temblor eléctrico
por toda la haz del planeta.
Y de los altos picachos
la tempestad se despeña.
Por ella el sol con sus lumbres
temblando a la tierra besa.
Cielo y luces, viento y lluvia…
todito de amor se impregna.
Surca el arado en el campo
con sus cantares de siembra.
De un verdor limpio y fragante
se pueblan las ramas secas.
En parvadas rumorosas,
cantando las aves vuelan.
Los bullidores insectos
entre las zarzas arpegian.
Los colores más purísimos
aparecen por doquiera.
Pronto el yermo se reviste
con la alfombra de las hierbas.
Las mariposas retornan.
Revolotean las libélulas.
Palomas y codornices,
de cerco a cerco conversan.
Las flores abren sus cálices
y aroman chacras y huertas.
Exultación. Canta toda,
toda la Naturaleza.
El hombre escarba en el campo
invitando a la faena.
Retoza el potro entusiasta
y alegre trisca la oveja.
Afina el laúd la cigarra
y acude al polen la abeja.
¡Fiesta, júbilo, ebriedad!
¡Todo por la Primavera!
El corazón se levanta
como hostia llena de estrellas.
La ilusión en todas partes
teje sus dulces madejas.
¡Fiesta, júbilo, ebriedad!
¡Todo por la Primavera!