VIII
Mi vida, gris y opaca, se desliza
sin luz ni brillantez ni resonancia.
Se borra mi pasado a la distancia.
Mis rosas…un puñado de cenizas.
Desierto. Soledad…Me aterroriza
pensar que nada soy…Sólo en la infancia
dichoso fui, en verdad, cuando con ansia
febril yo degustaba una sonrisa.
¿De qué me vale ser cordero probo
-pobre animal político sin secta-
si me acompañan el chacal y el lobo?
Solo a pesar de la fortuna adversa.
Solo entre tanta muchedumbre abyecta
que todo lo mancilla o tergiversa.