II Señor, que si árbol soy, pues melificamis frutos y haz mi sombra protectora:poda de mí el arpón que damnificay haz que susurre, alegre, a
Categoría: Poemas de Otoño
III Mi Dios, por merecerte tengo heridode llama viva el corazón que llevo;si más sufrir me ofreces, más te debode amor el fuego diáfano, encendido.
I Tengo también mi Ruth espigadora.Procede del volcán y del sillar.Flor núbil de campiña labradora-fusión de sauce, de clavel y azahar-. Es su alma rubio
II ¿Dónde mis verdes pampas sicaínas?¿Dónde esa vasta floración ardiente?¿Dónde el tejado malva y esa gentereunida en el plazón y en las esquinas? Cielos azules,
III Río de ruiseñores, voceríomágico del cristal y del ramaje;agro beatífico, solaz de estío,pétalos de haba y guinda tu ropaje… Arcadia pura. En ti la
VII Hálleme el alba al borde del fragante sembrío,gustando del concierto del zorzal y el jilguero.Corran como caballos mis ansias tras el ríoy aprisionen celajes
XXXI ¿Qué pretende, fraganciosa,en mi huerto aquella flor?¿Qué es? ¿Un clavel? ¿Una rosa?¿Es el beso? ¿Es el amor? De pronto una mariposale busca a fondo
XXV No me hieras, Dolor, en lo profundoque tu espada invisible no se ensañecon quien poco hizo o nada en este mundo. Bien está que
XXVI Me ha llegado el dolor. ¿De dónde vino?Es un señor adusto, recio, grave.Tiene el semblante de ángel asesino. El me atraviesa con su acero
XXVII Todas las tardes llegas a la verarecóndita del ser en que padezco;y te vas, tarde, con un pocode restos míos: sueño, amor, gemido… Llegas