Guardo, dentro de mí, recuerdos
como miríficos oasis;
mi paisaje de cielo azul
y valle policromo
donde viví feliz
gañán salvaje.
Verdores salpicados
por el malva del caserío,
cerros de cuclillas
como incas adorando
el sol del alba
y el viento retozando
en las gavillas.
Toros de lento andar
y voz de bajo profundo,
asnos de estampa nazarena
y chivos en rituales
de lascivia.
Flautín el moscardón
y escarabajo,
y flor en gloria
mi mujer morena
dando a mi sed carnal
su pelvis tibia.