¿Acaso no os lo dije?
Soy el que habla de intensidad,
el que delira afuera
y el que delira adentro
con la diabla razón
tan manoseada
por ramera.
¿Acaso no os lo dije?
Soy el que arde,
terrible de pasión,
en diaria guerra,
contra la diosa estúpida.
Cobarde vuelve mi corazón,
vuelve a la tierra.
Sí.
Claro.
La razón es un imperio candente,
y aún más que el sol,
empero, estrella su poder
contra el misterio.
Callando la razón,
la poesía empieza por reinar…
Y el mundo entero le rinde,
de rodillas,
pleitesía.