Gracias, tierra española, por renovar mis temas.
Estoy enriquecido de motivos dicversos.
Hoy entran tus tallados retablos en mis versos
y se alzan como grandes columnas mis poemas.

No envidio de tus reyes ni heráldicas ni emblemas
si hoy a mi lira acuden los sonidos dispersos
de Fray Luis y de Bécquer en divinos scherzos
para añadir un grano de perla en tus diademas.

He palpado de cerca tus viejos monumentos.
Aspiré la fragancia de tus flores balsámicas.
Y tus bellas mujeres he admirado por cientos.

Eres un relicario de leyendas y cuentos.
Posees el prodigio de las artes islámicas
y saben tus aceros de episodios sangrientos…

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