Poesía infantil
Madre, me preguntas:
¿qué quiero tener?
Pues, un caballito
blanco como el sol.
Con él la campiña
verde recorrer,
oliendo fragancias
de rosa y clavel.
Sintiendo al oído
el canto sutil
de la golondrina
y del colibrí.
Un caballo fino,
de ojos de zafir,
que junto conmigo
se sienta feliz.
Que dé trotecitos
de plata y cristal;
que retoce libre
mientras juegue yo.
Que se eche a la sombra
conmigo a soñar,
o arranque las yemas
del tierno alfalfar.
Que en las ramas altas
escuche al zorzal;
que tenga en las flores
su rico manjar.
Que en las hojas frescas
se ponga a dormir;
yo sea su esclavo
y él sea mi rey.
Quiero un caballito
lindo y retozón,
veloz como el viento,
blanco como el sol.
Y al volver a casa,
tengamos los dos:
él una esperanza,
yo nueva ilusión.