XXI

¿Por qué en la edad mayor de esta mi vida
-vale decir crepuscular- me llega
la gana de pintar –gana que friega-
si nadie me lo ordene o me lo pida?

¿Qué terquedad es ésta? ¿Qué atrevida
pasión me lanza al ruedo, a la refriega?
¿Qué voz callada es ésta que me ruega?
¿Qué víbora en mi corazón se anida?

¿Por qué el pincel, el óleo, la paleta
detienen mis andanzas de poeta?
¿Por qué con tanto ardor los necesito?

Si algo garabateo, absorto quedo…
Quiero pintar muchísimo…y no puedo…
sin embargo, otra vez renuevo el rito.

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