Astado hijo de Marte. Reluciente
mármol nigérrimo en el ruedo mismo.
Pétreo dragón que vomitó el abismo,
Fuego que se hizo diablo de repente.

Cuando irrumpen las armas de tu frente,
recorre un impalpable cataclismo…
Eres la tempestad, el rayo, el cismo…
Eres la muerte, oh toro omnipotente.

Totem ceremonial…Mirada fiera
denunciando la criminal hoguera
que Júpiter soplara en tu destino.

Bestia sublime. Viento que se crispa.
Bólido sanguinario echando chispas…
Legendario cuadrúpedo asesino.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta