XII

CLAREA sobre las casas
luz de agonía y de sueño.

Bateles abandonados
como ataúdes desiertos.

Bajo la noche los muelles
amanecen solitarios.

Silentes radas, verdosos
reflejos de musgo cadmio.

Gigantes pinos que lloran
bruno rocío nocturno.

¡Cómo la noche del mar
muere en los barcos oscuros!

La noche, la helada noche
de muslos de alga y de liquen.

Gimiendo buscan los vientos
su dulce pecho de cisne.

Luna que rueda en doradas
cenizas hacia el ocaso.

Oh, mar, que agobia en sus huesos
rumor de alondras y pianos.

Ya llega el alba entre umbelas
y cera y cal en los muros.

Ya extraños niños exhuman
rojos semblantes de brujos.

Mueren palomas azules
entre venablos de lumbre.

Muere la noche en los golfos
entre sexuales perfumes.

Orzas de niebla en el agua
y torrecillas de jaspe.

Áureo licor entre mármoles
de inmóvil niebla se expande.

Alba que vienes descalza
por una senda de lirios.

Entras y enciendes tus lilas
en los ojos de los niños.

Entras y sobre mi frente
ajas tus rosas de fuego.

Si tienes sed, ven y bebe
toda la sangre que tengo…

Entradas relacionadas

Deja una respuesta