Asnillo de plateado lomo blando,
largas orejas: alas de cabeza,
ojos enormes: gemas de turquesa,
en tímida actitud de estar soñando.
Te desterraron, no se sabe cuándo,
del Paraíso, y tienes la tristeza
del ermitaño que en silencio reza,
o de la tarde que se va llorando.
No sabes, sin embargo, que eres dueño
del campo que iluminas con tu imagen
que irradia una azulada luz de ensueño.
Asnillo amigo, trovador callado,
tú das ternura, amor, así te majen…
Obrero infatigable, desdichado.