I
Sabed, amigos míos, que envejecer es bello
cuando la reflexión sutiliza el sentir.
No importa que el dolor os marque con su sello
si en lo interior lleváis más brillos que el zafiro.
En la madura edad preságiase el destello
de la entidad suprema que nos legó el vivir.
Hay algo que nos sopla la sien. Es el resuello
de Dios. No existe entonces el miedo de morir.
Vejez: tranquilo mar, serenidad augusta
por donde viaja el alma, con las alas seguras,
hacia la luz eterna que esconden las alturas.
En la vejez es cuando se siente y se degusta
las vides del espíritu. Dioses de la razón
fueron en la vejez Walt Whitman y Platón…