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Si fuese piedra yo, sólo querría
ser, no de Fidias ni Rodín el bloque
de mármol, ni la rica pedrería
que a Piscis tiente y a Afrodita aloque.
Tampoco de palacio o de abadía
muralla en que la fuerza se disloque,
sino la dura, la áspera, la impía
que de David la hazaña impar evoque.
Para doler a quien me hiere tanto,
a quien sojuzga al prójimo, a quien mata
de hambre al humilde y de dolor al santo…
Para doler al cardo y a la ortiga,
al cerdo de oro, al búfalo de plata…
¡Una piedra tan sólo!…¡Piedra amiga!