De pronto el ruedo.Un mar de gritos. En el mismo centrocaen dos gallos de plumaje lúcido.Se miden. El rumor se apaga. Avanzan,estudian con sigilo, teorizan,se
Categoría: Poesía
Solípedo divino hecho ex profesopara el servicio de héroes y de dioses.¡Qué poderío el de los pies velocesde este heredero de Quirón y Neso! Otea
I En estos instantes que escribo estos versos,mi Patria es cautiva de torvo Caín,¡Ay, Patria, tus hijos se pudren dispersosal golpe sangriento del rudo botín!
I Blanca era la golondrinacomo la nieve o la rosa;mas una tarde, curiosa,dentro de mi alma asomó;y por quitarme una espina,las dos alas se tiznó.
X Si no trabajo, yerro buscando los vitrales,los yesos de Mendívil, de Mérida la arcilla,los retablos de López Antay, o la vajillade plata y oro,
Manuel González Prada…Cuanto más te me alejas,creces como una estatua divinamente bella.Ciñe el cielo tu frente de unas rosas bermejasy tu brazo de apóstol de
¡Oh, espléndido Daniel Hernández! ¡Qué maticestan dulces los que impones sobre el desierto lino!Bajo el cabello de ébano surge el rostro ambarinocon frescura de rosas
XII No me rendí de hinojos ante ninguna casta.Yo no canté a algún César y abominé al impío.Fui solitario, altivo, rebelde, iconoclasta…A ello se debe,
I ¿Qué espero yo de ti, literatura?Gozar del verbo, oírle cómo suena,sentir mi vibración como criatura,si mi alma es blanca o de color morena. Sólo
II Brota de nuevo, oh fuente de inspiración, acudecon presteza al reclamo doliente de mi voz;desbrózame las sombras que me envuelven, sacudeesta mudez horrenda y