Incendios de color en los jardines.
En las cañadas waynos eglogales.
Humedad y pureza de maizales
y sotos constelados de jazmines.

Potros esbeltos de floridas crines.
En las chacras se mecen los trigales
cual castaños cabellos pastorales
ardiendo en el azul de los confines.

Llega un joven gañán, es triste y bello.
Bufanda de crepúsculo en el cuello.
Ojotas, poncho y azadón al hombro.

Abre la toma, el agua entra cantando
ebrio de amor y el surco abre su blando
seno de ñusta y suspira de asombro…

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