XI

AUN así de beber, oh, poesía,
diérasme el agua en ácido tornada,
con gozo y rara sed la bebería
ebrio de amor y a boca deslabiada…

Diérasme aún la muerte, la agonía
al borde del cadalso o de la espada,
en éxtasis de luz me moriría
bajo tus pies de diosa encarnizada…

Por el pecado de beber tu vino
en el festín nocturno y a deshora,
dame a beber tu oscura hiel ahora…

Ya que abrevé tu miel a todo tino,
clávame tus espinas, que, de cierto,
néctar ha de manar mi pecho yerto…

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