XII

SE alza un humo de cabellera tibia,
fluye en vampiros grises y otro se alza;
oh, tierno vegetal, flor de lascivia
en muslos de oro de mujer descalza…

La música que el níveo torso ocupa
cae en sinuosidad de mar tranquilo
y labra perlas en su alzada grupa
y su divino estuario de berilo…

Cual luz de un raro germen insalubre
avanza desde el fondo de sus ojos
el glauco precursor de un verde octubre…

Su boca es un ardid con que la parca
habita en ella entre un umbral de rojos
recifes donde encalla ahora mi barca…

Entradas relacionadas

Deja una respuesta