II

EL albo seno de la amada mía
sugiere frutecer gloriosas frutas,
estallan con dulzura sus volutas
cual joyas de una rara pedrería.

Y véncese la luz ante su lumbre,
y véncese el jazmín ante su aroma;
como ellos no hay ni cisne ni paloma
ni como su dulzura dulcedumbre.

Rosa de rosa es su color agente,
¿qué extraña geometría así gobierna
en cada ebúrnea cúpula naciente?

Rubí y diamante y pájaro y Lucerna
todo se adjunta allí con trascendente
fulgor de luz pero de luz eterna.

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