A nadie herí, pero en el fondo siento como si hubiese herido por millares;
Autor: Antenor Samaniego
Parezco malo. Tengo adusto el ceño.
Amad al justo que recibe el beso del traidor,
Siempre negando. Escéptico. Inconforme.
Muchachos y muchachas. Boca afuera hierve la risa;
Mi café y mis tostadas. ¡Pobre vida! Afuera sedas y colores. Pasan las nalgas claudicantes. Digo: el lujo guarda el negro misterio del pecado. Los
Entrad en mi alma: miraréis en ella desierto el panorama, el cielo gris, el árbol escoriado, muerto el parque, colores tenues, soledad, silencio. Todo fue
¿Dices poeta? Dices sacrilegio. Le es dado alzar santuarios, también ídolos; y, asimismo le es dado destruirlos. Nada le place. ¡Raro dios enfermo! Labra el
¿No crees en el demonio? ¿Por qué entonces existen los poetas?
¿Acaso no os lo dije? Soy el que habla de intensidad,