La marinera, vértigo de fuego,de corazón de uvas y obscuras pasionarias,de senos empinados como dagasy voluptuosos muslos de serpiente. Ahora, qué propicia está la noche:olas
Categoría: Poesía
Señor, no me arrepiento, Tengo necesidadde hacer lo que prohíbes, de adorar el pecado,de coronar mi frente con las rosas del juego,de estrujar en mi
Sombras venerables rondan mis noches de escritor.A ellas, cuando el dolor me roe, acudo y les interrogo.La de Túpac Amaru, rodeada de rostros de verdugos,me
XI De pequeñín jugaba con el grillo,las flores de las habas y la arveja.Creyendo que era comején o abejalibábales de todas el zumillo. Piedras jugaba
A Ricardo Tello Todo silencio sabe dónde está algún hombremuriéndose empapado de su sangre.¡Ay, no responde el viento dónde acumuló sollozos,ni sabe el sol cuándo
A Carlos Velit Esa noche el dolor, él solo vino.La noche era de un negro metal acribillado. Esa noche el dolor, él solo vino,el viento
Un sagrado terror que nos vigila.Mudos, perplejos, locos y obligadosa sostener la angustia en la pupila.¡Ah, dolor de los ojos ya quebrados! Muerte tan sólo,